
Si ayer os enseñaba todo orgulloso una foto de mis libros en la biblioteca del Instituto Cervantes de New York, hoy os enseño (aún más orgulloso) esta fotaza que me acaban de mandar desde la biblioteca de Leciñena. ¡Ojo que los tienen todos! Que sí, que no digo que New York no mole, pero donde se ponga Leciñena… ¡Vivan las bibliotecarias! ¡Viva la chavalería! ¡Vivan los tebeos!